Leí alguna vez este párrafo, que
me llevo a observar con mayor profundidad, nuestra manera de “estar siendo” de
estar viviendo en nuestra sociedad, y dice:
“Hoy en día, gastamos más,
pero disfrutamos menos. Casas más grandes pero familias más pequeñas. Tenemos
más compromisos, pero menos tiempo, más conocimientos, pero menos juicio. Hemos
multiplicado nuestras posesiones, pero a cambio de haber reducido nuestros
valores.”
Observando el sistema
socio-cultural, del cual estamos siendo parte, juzgo que acompasamos la
vertiginosa necesidad de lo que se “interpreta” como crecimiento, evolución, de
alguna manera y por así llamarlo “Conseguir éxitos”.
Percibo que estamos queriendo más
de todo y cuanto más sea, en muchas áreas de la vida, lo interpretamos y
disfrutamos como pasos que nos acercan a
ese éxito esperado.
Acumular, no importando “que
cosas ni para que”, pasa a ser tan
importante como urgente.
Enfocando esta interpretación sobre las situaciones o hechos, con
los que estamos conviviendo, llevándolos
a nuestra esencia como personas, a nuestro SER, la pregunta sería ¿Para que
queremos aumentar nuestra capacidad de añadir? ¿Cuál sería el valor de aumentar
nuestra capacidad de restar? ¿Qué posibilidades de sentirnos más felices nos
brindarían estas capacidades?
Creo que soltando las cosas superfluas, dejar de sentirnos y elegir
mantenernos atados a lo que juzguemos, menos importante, puede ser un buen
primer paso que nos conduzca a “saborear” la vida.
Te propongo esta práctica: Imagina
“Tu lugar predilecto”, un armario, un escritorio, o un simple baúl, allí, donde guardas todas las cosas que
fuiste juntando a lo largo de tu vida, que crees o has sentido en algún momento
pasado, indispensables para vos…¿Lo estas visualizando?.... Ahora pues, imagina
que eliges acondicionarlo, sacando y vaciando todo aquello que no te
es esencial para ser feliz, ¿Qué sacarías?.....................
Y.... ¿Qué
dejarías?.........
Muchas veces podremos llegar a
encontrarnos con que lo que nos completa, nos hace realmente felices, no lo
encontramos en es "lugar predilecto" que estamos vaciando…..
Y al acondicionarlo, podremos
notar más aún, que faltan otras cosas elementales para nuestro bienestar,
indispensables para sentirnos plenos, que no solo no están guardadas,
sino que son tal vez las cosas que más descuidamos cada día.
¿Qué te pasará si encuentras, rencores,
broncas o el resentimiento, dentro de ese, “Tu lugar predilecto”? ¿Para
que las guardas todavía? ¿O si te encontraras con una caja de tristezas, o
porque aún siguen sueltos por ahí, en algún sobre quizás, dolor y fracaso?
¿Para que lo conservas?........
Imagina ahora, ese, “Tu lugar
predilecto”, Que lo organizas, y lo vacías de cosas inútiles que ocupan espacio
y que sería deseable que nunca llegaras a usar…….
¿Cómo lo estas viendo
ahora?.....¿Qué sensaciones sientes?
Una de las emociones que nos
atrasan para sentirnos felices, es el “apego”.
Y que es el Apego?
Podríamos interpretarlo como una
especie de estado emocional, que nos crea un vínculo con algo, a una cosa, situación o persona determinada, y
que de adoptarlo como una creencia, sostenemos nuestro juicio que sin esa cosa,
esa situación o esa persona, no es posible ser feliz.
Desapego no significa cortar con
algo o alejarse, sino que desde nuestro ser amoroso, aprendamos que no
necesitamos nada exterior para estar en paz. Es comprender que no “controlamos
nada”.
Y ahora te pregunto: ¿A que estás
apegado? ¿A un sentimiento, a una emoción, a un objeto, a una canción, a un
recuerdo, a una persona? ¿Qué es lo que te detiene a vivir el presente?
Reflexionando: Si logras
desocupar de ese, “Tu lugar predilecto”, todo aquello que consideres ya no
necesites, y hacer espacio para que elijas, cuales son las cosas que contribuyan
a hacer de tu vida un mundo perfecto de emociones inolvidables, estarás
transitando tu camino al más importante de tus éxitos. TU FELICIDAD.
Deja huecos libres, para los
logros que consigas obtener, y antes de volver a guardar algo, siempre pregúntate
antes, si lo juzgas necesario
para llegar a tu objetivo.