Incertidumbre….. “¿Qué es lo primero que
sientes cuando escuchas esta palabra?”
Buscando su significado en
el diccionario, Manual de la lengua española, define a este vocablo así:
Falta de conocimiento seguro
o fiable sobre una cosa, especialmente cuando crea inquietud en alguien.
Y….., yendo un poquito más
para ver sus sinónimos y antónimos, la misma fuente nos instruye en el lo
siguiente:
Cuando la incertidumbre no se refiere al
conocimiento u opinión, sino a la resolución que debemos tomar, se usan irresolución, indecisión, perplejidad y problema.
«La incertidumbre proviene de la
falta o escasez de conocimientos. La duda, de la escasez o insuficiencia de las razones o pruebas en
las que se funda una opinión o un hecho.»
José Joaquín de Mora
Reflexionado esto, me lleva
a preguntarme y preguntarte ¿Como vivimos la incertidumbre en nuestras vidas?
Creo que afirmar que la
incertidumbre es una constante de cada día, momento, o circunstancia, en buen
modo, aceptarla, nos puede abrir o cerrar posibilidades para sentirnos en paz y
felices. De ahí la frase “Lo único que permanece estable, es el cambio”.
Tolerar la incertidumbre,
que posibilidades me da?
Aunque
lo haga de la mejor forma, seguramente sostendré la dificultad para aceptar lo incierto,
aferrándome a sentir preocupación, interpretando por preocupación justamente “ocuparse” con
insistencia de algo antes de que suceda, lo que puede provocar emociones tales
como desasosiego, angustias, temor, etc.
e incluso tener dificultad para conciliar el sueño o concentrarse.
Ocuparse
de algo antes de que ocurra da sensación de control a algunas personas. Su
mente está siempre alerta, dando vueltas alrededor de los temas que en ese
momento las inquietan. Precisamente la capacidad de anticipar, la ilusión de
querer tener todo controlado, es lo que atrapa a muchas personas en círculos
viciosos de preocupación.
Mantener
la mente ocupada alivia la inquietud del “no saber”.
Sin
embargo, a pesar de proporcionar esta ilusión de control, sufrir por anticipado
no varía la probabilidad real de que algo suceda. Es más, vivir en estado de
alerta, anticiparse a lo que aún no esta sucediendo, seguramente nos hará sentirnos mal y angustiados durante todo
el proceso.
Preocuparse
por anticipado no sólo no mejora la capacidad para afrontar las dificultades,
sino que genera estrés a través de la imaginación, repercutiendo en nuestro
cuerpo, nuestra mente y emociones, tanto
como al enfrentarnos a una situación real.
¿Tiene sentido angustiarse por lo que todavía no ha
ocurrido?
La preocupación, vista desde
este lugar, puede convertirse en una compañera nuestra que no nos permita vivir
de manera relajada.
Por
supuesto, no toda preocupación resulta nociva; en algún momento y ante sucesos
difíciles, es irremediable y humano sentir inquietud. Entonces puede ser útil
preguntarse: ¿estoy mentalmente en el momento presente o más bien en el futuro?
o ¿qué puedo hacer ahora para mejorar la situación? ¿Con que recursos cuento si
quiero y elijo cambiarla?
Los
pensamientos que surgen, son independientes de la persona que los experimenta.
Lograr distinguir esto, escuchar nuestros pensamientos y “observarnos”, nos acerca a la posibilidad de
elegir como actuar ante “eso” que ocupa nuestra mente, reconociendo que
emociones nos dispara, y hasta como nos sentimos físicamente mientras los vivenciamos.
Logrando
esta diferenciación, interpreto que nos ayuda a adquirir mejor dominio sobre
nuestros propios pensamientos, aprendemos así a valorarlos, a chequear cuales
son las bases que los fundamentan, si las hay o no, a definir la probabilidad de que lo que se teme
realmente suceda. De algún modo, serán nuestros indicadores, para no quedarnos
atrapados en el miedo, sino buscar en nuestro ser, con que recursos podemos
contar, para obtener resultados favorables.
De
este modo, en vez de estar a merced de las propias preocupaciones, se adquiere
la libertad para escucharlas o no según convenga.
Diferenciar
lo que está en nuestras manos y lo que nos permite vivir un presente más libre
de preocupaciones
“Vivir el AHORA”….fluyendo,
disfrutando en presencia de este momento, siendo conscientes y coherentes que
no somos soberanos de los sucesos que
aún no llegan, solo de quién seremos ante ellos.
Duke
Ellington (Líder, Compositor de música Jazz)
“Hay
dos tipos de preocupaciones: las que usted puede hacer algo al respecto y las
que no. No hay que perder tiempo con las segundas”
Y ahora te pregunto:
¿Como vives la
incertidumbre?
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