NO HAY SEGURIDAD EN NUESTRA VIDA….SOLO HAY
OPORTUNIDAD!!
Esto nos conecta y nos empuja a quitarnos los miedos
de encima, y correr todo riesgo que sea inevitablemente necesario, si queremos
hacer que las “cosas pasen”, llegar a nuestros logros.
Quizá te surja la pregunta ¿Asumir riesgos sin
Garantías? Y desde mí interpreto, Y SI…PORQUE NO? O al menos sin
“todas las garantías”
Para ningún lanzamiento en la vida existe la
certeza inequívoca del éxito. Contamos
con nuestras intuiciones, convicciones, acciones y compromisos, ergo, si
comprendemos el sentido del vivir, de la vida misma y sus inagotables
variables, la seguridad absoluta…..”no existe”!!!!
Toda certidumbre pertenece a un mundo de fantasías y
predecible, justamente por ser “inexistente”.
Dentro de ese mundo de certidumbres, todo saldría perfecto y como
nosotros lo hubiéramos planeado, y no nos equivocaríamos jamás, pues no
daríamos un paso sin tener la convicción absoluta del piso que estaríamos
pisando, que sea fuerte y sólido para dar el paso que le sigue.
Nada es seguro así estemos subiendo o bajando. En el
devenir de nuestras vidas, más de una vez deberemos tomar decisiones, que no
podremos afirmar donde llegaremos, y que logro cierto darán sus resultados.
Pero hay que tomarlas……Dentro de nuestro espacio reflexivo, y con la única
certeza que en ese momento tenemos….¿Que queremos que pase? Cuando vemos claro el PARA QUE queremos lo
que queremos, encontraremos muchos “como hacerlo”.
Del algún modo, creo que de eso se trata la vida y su
mecánica, siendo nosotros sus conductores. Algo así, como cerrar nuestros ojos
y lanzarnos al vacío. Parece loco no???, Pues si lo planteamos desde una
mirada hacia el futuro que queremos
crear y lo empezamos a vivir en el ahora diseñándolo, comprometidos con nuestra
visión, deja de parecerlo….no?..... Para entrar en el más productivo de los
mundos….La incertidumbre.
En donde los triunfos de antemano, por más que lo
pretendamos, no existen. Solo existe nuestra libertad y propio riesgo de
nuestras elecciones, de nuestras acciones, para llegar a ese triunfo. De
ahí la interpretación de cerrar los ojos
y lanzarse al vacío, pues es preferible
siempre, estamparse una y otra vez, equivocarse si es necesario para
aprender que en con el primer salto no lograremos llegar, que ser atropellado por quedarse quieto.
Nunca dejes de tocar puertas para que se abran a la
posibilidad, de insistir, de hacer lo que creas necesario hacer, para lograr tu
objetivo, aunque no tengas todas las garantías (nunca las tendrás) Y por sobre todas las cosas “no identifiques
el fracaso contigo”.
No se es un fracaso por no haber alcanzado un logro.
Lo opuesto al coraje, se dice, no es el temor,
sino la conformidad. La
valentía sin reflexión habrá que dejarla para los casos desesperados en los que
no sea nuestro último recurso, pero para lo demás, no se trata de ser un héroe,
sólo inconformista, y recordar que el peor fracaso es abdicar de hacer
y no el hacer y fallar.
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