lunes, 20 de mayo de 2013

APRECIAR LA INCERTIDUMBRE.....


NO HAY SEGURIDAD EN NUESTRA VIDA….SOLO HAY OPORTUNIDAD!!

Esto nos conecta y nos empuja a quitarnos los miedos de encima, y correr todo riesgo que sea inevitablemente necesario, si queremos hacer que las “cosas pasen”, llegar a nuestros logros.
Quizá te surja la pregunta ¿Asumir riesgos sin Garantías?  Y desde mí  interpreto, Y SI…PORQUE NO? O al menos sin “todas las garantías”
Para ningún lanzamiento en la vida existe la certeza  inequívoca del éxito. Contamos con nuestras intuiciones, convicciones, acciones y compromisos, ergo, si comprendemos el sentido del vivir, de la vida misma y sus inagotables variables, la seguridad absoluta…..”no existe”!!!!
Toda certidumbre pertenece a un mundo de fantasías y predecible, justamente por ser “inexistente”.  Dentro de ese mundo de certidumbres, todo saldría perfecto y como nosotros lo hubiéramos planeado, y no nos equivocaríamos jamás, pues no daríamos un paso sin tener la convicción absoluta del piso que estaríamos pisando, que sea fuerte y sólido para dar el paso que le sigue.
Nada es seguro así estemos subiendo o bajando. En el devenir de nuestras vidas, más de una vez deberemos tomar decisiones, que no podremos afirmar donde llegaremos, y que logro cierto darán sus resultados. Pero hay que tomarlas……Dentro de nuestro espacio reflexivo, y con la única certeza que en ese momento tenemos….¿Que queremos que pase?  Cuando vemos claro el PARA QUE queremos lo que queremos, encontraremos muchos “como hacerlo”.
Del algún modo, creo que de eso se trata la vida y su mecánica, siendo nosotros sus conductores. Algo así, como cerrar nuestros ojos y lanzarnos al vacío. Parece loco no???, Pues si lo planteamos desde una mirada  hacia el futuro que queremos crear y lo empezamos a vivir en el ahora diseñándolo, comprometidos con nuestra visión, deja de parecerlo….no?..... Para entrar en el más productivo de los mundos….La incertidumbre.
En donde los triunfos de antemano, por más que lo pretendamos, no existen. Solo existe nuestra libertad y propio riesgo de nuestras elecciones, de nuestras acciones, para llegar a ese triunfo. De ahí  la interpretación de cerrar los ojos y lanzarse al vacío, pues es preferible  siempre, estamparse una y otra vez, equivocarse si es necesario para aprender que en con el primer salto no lograremos llegar,  que ser atropellado por quedarse quieto.
Nunca dejes de tocar puertas para que se abran a la posibilidad, de insistir, de hacer lo que creas necesario hacer, para lograr tu objetivo, aunque no tengas todas las garantías (nunca las tendrás)  Y por sobre todas las cosas “no identifiques el fracaso contigo”.
No se es un fracaso por no haber alcanzado un logro.
Lo opuesto al coraje, se dice, no es el temor, sino la conformidad. La valentía sin reflexión habrá que dejarla para los casos desesperados en los que no sea nuestro último recurso, pero para lo demás, no se trata de ser un héroe, sólo inconformista, y recordar que el peor fracaso es abdicar de hacer y no el hacer y fallar.

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