viernes, 15 de noviembre de 2013

"ESTAR A LA DEFENSIVA"....


Escuchamos a menudo en el ámbito deportivo, esta frase “La mejor defensa es un buen ataque”…
Que aplicada al juego de competencias deportivas, juzgo como buena estrategia dado el compromiso para el que los jugadores se entrenan en ese dominio: Jugar para obtener el mejor resultado, que de acuerdo a la elección del deporte que cada persona elije, puede ser éste un juego individual o grupal.

Mi pregunta de hoy es: 
¿Vivimos en nuestra vida como en un campo de juego? 
En muchas ocasiones y en distintas áreas de nuestra vida, observamos que esta frase tan común y aplicable al mundo del deporte, es aplicada también a las relaciones personales.
Escuchamos decir a veces, mi marido, mi esposa, mi hermana, mi amigo, nuestro jefe, algún compañero de estudio o de trabajo, etc. …, “Esta siempre a la defensiva”…..

¿Por qué surge esta necesidad, tal vez, exagerada de defenderse? ¿Cuáles son las consecuencias que nos trae?

Podemos afirmar que la naturaleza humana, nace con un instinto de conservación y que de manera hasta espontánea, ante cualquier amenaza o peligro aflora. Podemos llamar a ese “instinto” de origen biológico hermanado con nuestra psiquis. De “accionar instintivamente”, es probable que ese instinto de conservación, que lleva a una  persona a marcar con recelo su propio territorio, traiga como consecuencias conflictos y malentendidos que se instalan en su interacción con los demás.

Desde la naturaleza del SER, todo lo que decimos, toda acción que realizamos, presupone un juicio nuestro, sobre lo que como seres humanos, nos es posible ver, pensar, sentir. Por lo tanto cada vez que decimos o hacemos algo manifestamos una determinada manera de interpretar las cosas y los hechos.

“Las personas creen que lo que piensan es verdad”.

Por lo tanto si creemos y consideramos que el mundo es hostil y amenazador, las relaciones se convierten sin más en un terreno peligroso, en el cual a los otros, los veremos como rivales y no como aliados.

“Estar a la defensiva” …. Podemos interpretarlo como reaccionar en el presente con la carga del pasado y anticipando una amenaza futura…….

“Estar a la defensiva”… es una actitud, que si la adoptamos creamos un pared de desconfianza entre nosotros mismos y los otros….

“Estar a la defensiva”… nos conduce al aislamiento y  a someternos a errores en nuestra interpretación….

“Estar a la defensiva”….. nos genera confusión.

Para cambiar de esa actitud, si así la distinguimos y lo elegimos, es necesario que aprendamos y nos entrenemos en comunicarnos de una manera franca y efectiva. Que generemos una comunicación con los demás, productiva.
Una mayor confianza real en uno mismo, nos ayudará a expresar  lo que nos disgusta, manteniendo con los demás una relación abierta y confiada donde el otro se considere un aliado y no un enemigo.

Tomar consciencia de la propia actitud defensiva no bastará, aún así es el primer paso más importante: DISTINGUIRLA… solo así podremos elegir cuestionarnos como “queremos estar siendo”, para transformar esa actitud en algo distinto.

Ganar Y ganar “Ir a la derecha o la izquierda es fácil. Ganar y ser vencido es fácil también. Pero no ganar ni ser vencido es muy difícil” (proverbio)


La actitud de estar a la defensiva, parte de una creencia limitante, que sostiene, que en las relaciones siempre hay alguien que gana y quien pierde……

Lograr ver lo contrario y elegir algo diferente nacerá de nuestro espacio reflexivo.
LAS RELACIONES TAMBIÉN PUEDEN ENTENDERSE Y VIVIRSE DE UN MODO BIEN DISTINTO.

Stephen R. Covey, autor de renombrados Best Sellers, habla en sus libros de la filosofía del yo gano/tú ganas. La relación realmente satisfactoria es aquella que en lugar de crear dos bandos enfrentados busca la cooperación y la unión de fuerzas, con lo que cada persona obtiene un beneficio.














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